A mis perros les encantan
Les gustan tanto que ya se saben "la hora del hueso" y me ponen ojitos y me "arrastran" hasta el armario donde los guardo. Es toda una ceremonia diaria: les preparo una esterilla con su sabanita y todo (ya que se acaba poniendo todo perdido, por las babas y restos de piel), se tumban cada uno con su "hueso" y disfrutan tanto que da gusto verle y hasta me trago el olor (no tan ameno).
Por cierto, los dientes se les mantienen limpios.